De cazador furtivo a guardián: El jugador que enfrentó a las casas de apuestas y ahora aboga por un aumento de impuestos en el Reino Unido
El multimillonario Derek Webb, un destacado donante del Partido Laborista, está apostando fuerte por su apoyo a un nuevo impuesto sobre los casinos en línea y los corredores de apuestas.
Webb, un exjugador profesional de póker que durante mucho tiempo dominó el arte de vencer a sus oponentes, ahora está enfrentando a la industria del juego. Después de respaldar con éxito una campaña para restringir las terminales de apuestas de cuota fija (FOBTs) de £100 por tirada, ahora está impulsando un aumento significativo de impuestos en el sector. Los riesgos son altos, con la posibilidad de recaudar hasta £3 mil millones anuales a través de mayores impuestos al juego, una medida que está siendo considerada por el Tesoro como parte del próximo presupuesto de la canciller Rachel Reeves.
La industria del juego, que genera £11 mil millones anuales de los apostadores británicos, se opone a estos planes, advirtiendo sobre posibles repercusiones económicas y el riesgo de crecimiento del mercado negro. Sin embargo, Webb, que silenciosamente se ha convertido en uno de los mayores donantes individuales del Partido Laborista con £1,3 millones desde 2023, aboga por una regulación más estricta y un aumento de impuestos. Su fortuna proviene en gran parte de la industria de los casinos, donde creó el juego Three Card Poker, que vendió por $25 millones, y luego aumentó su riqueza a través de litigios sobre propiedad intelectual.
Las donaciones y el activismo de Webb están alineados con centros de estudios como la Social Market Foundation (SMF), que ha recomendado aumentar los impuestos al juego en hasta £3 mil millones. Webb, que también apoya campañas para endurecer las regulaciones sobre la publicidad de juegos de azar, aboga por un control más estricto de la industria. A pesar de que algunos conocedores de la industria sugieren que las motivaciones de Webb podrían estar relacionadas con los casinos físicos, él niega tener actualmente intereses financieros en ese sector y sigue enfocado en la justicia socioeconómica.
El impulso de Webb por la reforma está impulsado por su creciente preocupación por las tácticas depredadoras utilizadas por los operadores de juegos de azar británicos, lo que lo llevó a hacer campaña por regulaciones más estrictas y aumentos de impuestos. Insiste en que el Tesoro debe tomar medidas, diciendo: “Sería una negligencia si no hacen algo”.
Mientras tanto, la industria del juego está contraatacando, liderada por lobistas como Michael Dugher, un exdiputado laborista, y Grainne Hurst, una exejecutiva de Entain, ambos con amplias redes de contactos en Westminster. A pesar de la resistencia de la industria, los expertos creen que la propuesta de aumento de impuestos está ganando terreno, sin que haya una oposición significativa por parte de los funcionarios del Tesoro.
Con el presupuesto cada vez más cerca, aún queda por ver qué lado saldrá victorioso en esta batalla de alto riesgo.